Sopas de ajo

Qué rica la sopa en invierno. Puede que sea paranoia mía, pero juraría que ésta tarda más en enfirarse. Esta sopa, además de muy muy sabrosa, es muy económica. Su ingrediente principal es pan duro y si no tenemos caldo sobrante en la nevera, a una mala, podemos hacerlo con agua.

Hace ya años, cuando me hice FAN de esta sopa, mi madre me aclaró la duda sobre el porqué de llamarse "sopas" así, en plural, y no sopa a secas: las sopas son las rebanadas de pan cortadas muy finas. Ahí os queda el dato.

Ingredientes:

- 3 dientes de ajo
- 1 litro de caldo (de verduras o ave) o en su defecto agua.
- 3 cucharadas de sofrito de tomate
- 2 huevos
- Pimentón dulce
- Pan duro (un tercio de barra aprox.)
- Aceite
- Sal

Cortamos unas láminas muy finas de los 3 dientes y freímos a fuego suave en un chorrito de aceite de oliva. Cuendo estén crujientes sin llegar a dorarse (si se queman amargan) se les añade el tomate y una cucharada de pimentón. Removemos un poquito (segundos) a fuego fuerte con cuidado de que no se nos chamusque el pimentón y añadimos el caldo. Yo tenía en la nevera un caldo de verduras y jamón con rodajas de zanahoria que le dio un toque colorido. Todo vale. Si no tenemos caldo como ya dije antes, echamos agua (estilo pobre).

Dejamos cocer 5 minutillos removiendo de vez en cuando. Mientras esperamos vamos batiendo los dos huevos y cortando el pan en láminas delgaditas. Pasados los 8 minutos añadimos el huevo dejándolo caer en un chorro fino (para que haga hilos). Y añadimos el pan cortado.

Dejamos que el fogón haga su trabajo a fuego medio y lo dejamos 5 minutillos.

Lo mejor que tiene el invierno es esta sopa.