Dorada al ajoarriero

La dorada al ajoarriero, qué socorrida.

Me gusta tanto, tanto, tanto esta receta que cuando estoy en compañía de confianza me la como con las manos. Es como que me lo pide el cuerpo. Encima es fácil de hacer e increíblemente rápida, sólo hay que tener un poco de brío para que no se nos queme el pescado mientras hacemos el ajoarriero o que no se nos queme el ajoarriero en sí.
Es lo típico de volver a casa, de camino subir unas doradas y cenar en un santiamén.

Santiamén vaya palabra más rancia, os juro que nunca la digo.

Ingredientes: (para una persona)

• 1 dorada
• 1 diente de ajo grande (2 si son pequeños)
• Aceite de oliva virgen
• Sal
• Pimentón picante y dulce
• Vinagre de manzana (o el que se tenga a mano)

En una sartén o plancha con unas gotitas de aceite bien caliente se pone la dorada abierta (le pedimos al pescadero que nos la limpie para hacer a la espalda), previamente sazonada con sal, por la parte de la piel primero hasta que quede dorada (eeeeeeh) y luego por la otra cara.

Mientras doramos al segunda cara hacemos esto a la vez: en otra sartén con un chorro generoso de aceite, freímos el ajo bien fileteado. Cuando el ajo esté tomando cierto tono tostado añadimos una cucharada de pimentón mitad dulce y mitad picante y removemos bien unos segundos solamente (ojo que el pimentón se quema fácilmente y si se quema sabe muy agrio y da asco), hasta integrarlo todo. Tras esos segundos, echamos un buen chorrazo de vinagre y apartamos del fuego sin parar de remover y bien caliente se lo echamos a la dorada por encima ya emplatada.

Zampar.