Pastel de zanahoria glaseado

Con esta receta creo que ya va a quedar más que claro que soy fan de la zanahoria.

Siempre tenemos zanahorias en la nevera. Leche, huevos, patatas, aceitunas y zanahorias son los clásicos básicos en esta santa casa. Ahora mismo tengo en la nevera litro y medio de crema de zanahoria listo en 3 tuppers que me iré llevando uno por uno al trabajo. Con este frío entra genial. No teniendo bastante con esto, decidí hacer por primera vez pastel de zanahoria, que sí había probado en varias ocasiones pero nunca me había animado a hacer.

Otro estreno ha sido el nuevo accesorio para la batidora que me agencié a modo de auto-regalo de cumpleaños el mes pasado. Un vaso amasador/triturador/rallador/laminador que hizo más fácil la ejecución de este pastel. A quien le pique la curiosidad, es éste.

De lo que no soy tan fan es de las tartas abizcochadas, pero es que este pastel tiene otra textura, más jugosa, no tan esponjosa. Sin tanto aire.

Esta receta es para formato pastel, pero hice a parte unos pastelitos individuales, los que salen en las fotos.

Ingredientes:

- 200 grs de zanahoria rallada
- 200 ml de aceite de girasol
- 150 grs de azúcar morena
- 4 huevos
- 1 puñado de nueces peladas
- 1 naranja
- 1 cucharadita de levadura en polvo
- 1 cucharadita de canela molida
- 1/2 cucharadita de nuez moscada
- 175 grs de harina de trigo

para el glaseado:

- 200 grs de queso de untar
- 100 grs de azúcar glas

Primero precalentamos el horno a 180º.
Se lavan y se rallan las zanahorias (esto lo hace el aparato por mí) y se le va añadiendo a la vez que se mezcla y se tritura, las nueces y el aceite de girasol (esto también lo hace muy bien el aparato). Rallamos la piel de la naranja y la añadimos. Batimos ligeramente 4 huevos y los vertemos, junto con el azúcar. Todo esto sin dejar de remover. Tamizamos en un cuenco la harina, la canela, la levadura y la nuez moscada y sin parar de remover, lo añadimos poco a poco.

Engrasamos un molde para horno, la llenamos con la mezcla y la introducimos en el horno unos 40 minutos.

Mientras se cuece el pastel prepararemos el glaseado mezclando en un bol el zumo de la naranja a la que hemos rallado la cáscara, el queso de untar y el azúcar glas, batiéndola hasta conseguir una crema suave.

En la foto se aprecia cierto tono anaranjado pero es porque le eché unas gotitas de colorante.

Cuando hayamos sacado el pastel del horno es muy importante dejar que enfríe antes de decorarla con el glaseado, ya que en caliente, el glaseado se derrite y se escurre: un asco.

Y nada, que viva el caroteno.